El 74% del territorio español es susceptible de ser desertificado, según el diagnóstico que incorpora la Estrategia. Las principales causas de la desertificación en España son el cambio climático y la explotación insostenible de los recursos naturales.
La propuesta contempla acciones y medidas hasta 2030, así como la elaboración de un plan de restauración de terrenos afectados por la desertificación, el desarrollo de una red de proyectos piloto y una ley de conservación y uso sostenible de los suelos.
Esta nueva Estrategia asegura el cumplimiento de los compromisos de España como parte de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), a la vez que establece un marco para las políticas e iniciativas de lucha contra esta amenaza en España, asegurando la coordinación entre ellas y su efectividad.
EL 74% DEL TERRITORIO ESPAÑOL, EN RIESGO DE DESERTIFICACIÓN
La desertificación y la degradación de las tierras afectan especialmente a África, pero también a Europa, particularmente a la región mediterránea. El 74% del territorio español se encuentra en tierras áridas, semiáridas o subhúmedas secas y, por tanto, susceptibles de ser afectadas por los procesos de desertificación.
La ENLD, en su diagnóstico, identifica numerosos impulsores de la desertificación en España, incluyendo causas económicas, como la intensificación de la agricultura y la ganadería, y la sobreexplotación de los recursos hídricos; sociales, como la despoblación de las zonas rurales y el abandono de los terrenos forestales; y ambientales, como el cambio climático y los incendios forestales.
Asimismo, los impactos de la desertificación también comportan costes económicos, sociales y ambientales: desde la pérdida de productividad de los suelos o la disminución de los beneficios agrarios hasta el agravamiento de la despoblación, la disminución de patrimonio cultural, la pérdida de biodiversidad o la exacerbación del cambio climático.
La ENLD identifica cinco escenarios principales afectados por la desertificación en España: cultivos afectados por la erosión, zonas de regadío afectadas por la desertificación, paisajes asociados a la intensificación insostenible de la ganadería, terrenos agrícolas abandonados y bosques con insuficiencia de gestión.
PROPUESTA DE ACCIONES HASTA 2030
Respondiendo a las debilidades y amenazas identificados en el análisis DAFO realizado como parte del diagnóstico, la ENLD incluye la propuesta de numerosas acciones y medidas a llevar a cabo hasta 2030 en torno a tres ejes: Territorio, Capacitación institucional y gobernanza y Actuaciones para la mejora del conocimiento, de la transferencia y de la participación de la sociedad.
Destacan la realización de un plan de restauración de terrenos afectados por la desertificación, el desarrollo de una red de proyectos piloto y demostrativos de lucha contra la desertificación, la puesta en marcha de un inventario nacional de suelos y la aplicación de buenas prácticas de gestión sostenible de la tierra en el sector agrario, forestal y de los recursos hídricos. A esta lista se suman la creación de un Consejo y un Comité Nacional de Lucha contra la Desertificación, la elaboración de una ley de conservación y uso sostenible de los suelos, la elaboración de un atlas de desertificación en España, el establecimiento de una plataforma de consulta e intercambio de información, la organización de mesas y talleres participativos y la promoción y el apoyo a iniciativas internacionales en el ámbito de la CNULD.
La implementación de la Estrategia se desarrollará a través de dos Programas de Acción Nacional cuatrienales. Los programas contendrán las acciones concretas a desarrollar por la Administración General del Estado en el marco de sus competencias durante la vigencia de estos. El primer programa de trabajo se aprobará dentro del primer año tras la aprobación de la ENLD y abarcará el periodo 2023-2026. El segundo programa está previsto que se desarrolle en el periodo 2027-2030.
Fuente: MITECO (2022)